NECESIDAD DE UNA IMPLANTACIÓN DE RENOVABLES JUSTA Y ADECUADA

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La implantación de energías renovables es un proceso necesario para poder llevar a cabo una transición energética real, no obstante, debe tener una planificación adecuada y justa. Tal y como señala el Manifiesto de la Coordinadora Valenciana por una Ubicación Racional de las Energías Renovables:

«Muchos de los macro parques fotovoltaicos y eólicos están proyectados en suelos de alto valor agrícola, concepto que choca frontalmente con los objetivos de conservar, mejorar y proteger un sector fundamental para la vida y la sostenibilidad como es la agricultura, y la soberanía alimentaria, que ya está sometida a muchas presiones negativas. Hay que preservar y potenciar el rico mosaico agrario valenciano y los paisajes ancestrales que hemos heredado como fuente de sostenibilidad ambiental, social, alimentaría y económica de presente y de futuro».

«Los parques eólicos se promueven sobre todo en la parte alta de las montañas y sierras del interior, con poblaciones menguadas y en continuo proceso de despoblación. En consecuencia, multiplican los impactos paisajísticos, generan graves problemas en la fauna y flora y contribuyen directamente a la degradación de la tierra en todo el proceso de construcción. Estos impactos dificultarán los necesarios procesos de repoblación por la pérdida de calidad de vida. Es fundamental tener en cuenta los equilibrios territoriales y la urgente revitalización del mundo rural de interior como garante de la sostenibilidad económica y medioambiental».

«Si la propuesta de desarrollo de las nuevas instalaciones de energías renovables se favorece y se deja en manos de grandes empresas y fondos de inversión, tal como está pasando, es evidente que estas huirán del suelo urbano o urbanizable buscando suelos más baratos para maximizar beneficios. De este modo se produce, entre otros, una situación de desventaja ante los que pretendan arrendar o adquirir tierras agrícolas para su vocación tradicional: el cultivo».

Así, las autoridades y administraciones públicas deben implicarse para desarrollar y aplicar un modelo de implantación de las energías renovables que respete uno de los pilares de la historia, tradición y economía de la Comunitat Valenciana: la agricultura.