El Trasvase Tajo-Segura cumple 35 años de vida

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Cuando se cumple el 35 aniversario del Tajo-Segura, debemos ser todos conscientes del problema de la escasez del agua y, por tanto, debemos seguir –como hasta ahora- dando ejemplo a todos de cómo se usa de forma racional y solidaria. Y dicha labor no solo compete a los regantes, sino a todos los residentes en el sureste, ya que el abastecimiento humano depende también de recursos escasos y, en su mayor parte, de aportaciones externas.

Desde que esta Comunidad de Riegos iniciara su andadura en 1960, destacaría tres hitos: La sentencia del Tribunal Supremo que reconoció el derecho de la Comunidad a ser considerada como regadío tradicional de la cuenca del Segura; la construcción de la conducción que permite recibir aguas del trasvase; y la reciente resolución de la Confederación Hidrográfica del Segura que modifica las características de la concesión, y establece de forma definitiva el derecho a recibir buena parte de la dotación de agua de la cuenca del Segura por la infraestructura del postrasvase.

Y mirando al futuro, nos encontramos trabajando, fundamentalmente, en la definitiva modernización del sistema de riego. Se trata de un ambicioso proyecto que permitirá cambiar el actual sistema por otro mucho más eficiente provisto de la más avanzada tecnología. El proyecto está redactado y ha comenzado sus trámites medioambientales, por lo que esperamos que pronto sea una realidad.

Esta modernización de las infraestructuras incidirá de una forma decisiva en el ahorro y también en una mayor calidad del agua. Hoy es impensable regar como se hacía hace no muchos años. Los agricultores han realizado notables esfuerzos por modernizar sus instalación y han conseguido un importante ahorro de agua que esperamos sea mayor con la ejecución del proyecto de modernización integral. En cuanto a la calidad del agua, de no haber sido construida la conducción que permite traer el agua desde el canal del postrasvase, esta Comunidad habría desaparecido. Han sido muchos los años en los que la calidad del agua en la desembocadura del río era pésima, y si hubiéramos tenido que depender exclusivamente de esa agua no quedaría ni una sola explotación agrícola en la zona.

Por todo ello, reclamamos de las administraciones el mayor apoyo a los agricultores, de la mejor manera en que puede prestarse: con ayudas a la modernización y con soluciones definitivas para el déficit de agua de la cuenca del Segura. En España no falta agua, el problema es que está mal distribuida y nuestra zona –donde existe la mejor agricultura en términos de eficiencia y competitividad, necesitamos aportaciones de agua externas que pagamos al precio mas alto del país.

Por ello, cuando hablamos de solidaridad, lo es en un doble sentido: otros territorios son solidarios con nosotros porque envían agua y nosotros somos solidarios con ellos porque aportamos mucho dinero –tanto en el precio del agua como por los impuestos que genera la actividad que el uso de la misma permite-, y con ello se están realizando importantes inversiones y manteniendo servicios en otras regiones.

En definitiva, como principal reto de futuro, debemos conseguir superar las “guerras del agua” y con ello superar la situación de permanente escasez.

José Antonio Andújar Alonso

Presidente Comunidad de Riegos de Levante Margen Derecha Río Segura