LA COMUNIDAD GENERAL DE REGANTES DE VALL D’UIXÓ

ACUEDUCTO Romano Vall d´Uxo

La presencia de un afloramiento de agua permanente en la Font de Sant Josep, que a través del río Belcaire desemboca en el Mediterráneo, hace pensar que a su alrededor ya se daban condiciones adecuadas para el desarrollo de actividades agrícolas en épocas muy antiguas. Indicios de actividad agrícola se han encontrado en las excavaciones realizadas en las cuevas situadas al lado de la gruta de Sant Josep, habiéndose datado hacia el año 4000 a. C.

Es en época romana cuando la agricultura se extiende por el valle del Belcaire, como atestiguan los restos de villas romanas encontrados. De esa época es la canalización de las aguas de Sant Josep y la construcción de la acequia que las distribuía por las diferentes villas del valle. Todavía hoy se conserva el acueducto por donde circulaba dicha acequia y que funcionó hasta mediados del siglo XX.

20161220 Salida Fuente San Jose

A lo largo de dicha acequia se instalaron pequeños núcleos poblacionales en época árabe, que al aumentar de tamaño con el paso del tiempo se unificaron y son el origen de la población actual. Alrededor de esos núcleos se fue creando la huerta histórica que se regaba del agua de la fuente. En el siglo XVIII Cabanilles, en sus Observaciones, refiriéndose a nuestra población, escribía: “riegan más de 300 jornales de tierra, pero les falta no pocas veces el copioso riego que necesitan algunas plantas”.

Esta limitación de caudal, especialmente en verano, implicó que durante siglos la mayor parte de las tierras del término municipal solo pudieran dedicarse a cultivos de secano.

A principios del siglo XX, la introducción de las tecnologías de captación y bombeo de aguas subterráneas permite iniciar la expansión del regadío por las distintas zonas del término municipal. Este hecho alcanzará su zenit a finales de la década de los ochenta del siglo pasado. A lo largo de ese periodo más de 30 pozos situados en la zona del acuífero de la Rambleta elevaban sus aguas para regar los distintos rincones del término municipal.

A principios de los años setenta se produce la salinización de las aguas subterráneas del acuífero debido a la intrusión marina desde el mar Mediterráneo. Se inicia entonces un proceso de búsqueda de nuevas fuentes de agua perforando pozos en zonas más altas. Estos pozos, con agua de buena calidad, tenían casi siempre un caudal insuficiente y no permitían su uso directo para el riego por inundación. Hubo que pasar a la realización de embalses para acumular el agua y aprovechar al máximo todas las aguas del término dada la imposibilidad de aportar aguas de las zonas colindantes.

Para afrontar esta problemática, las sociedades de riego existentes en el término municipal, crearon en el año 1989 la Comunidad General de Regantes, integrada en el Sistema de Explotación Mijares Plana de Castellón. Se creó como entidad de segundo grado, para que sirviera de interlocutor frente a las administraciones en la búsqueda de alternativas para solucionar el problema. Su superficie aproximada era de 3.000 Ha. y básicamente abarcaba la zona regable del término municipal de la Vall d’Uixó.

Entre los años 1990-1994 se construirán embalses por un volumen de 325.000 metros cúbicos que, junto a los más viejos ya existentes, alcanzan una capacidad de 400.000 metros cúbicos.

Entrada Agua Balsa Belcaire

Por otra parte, aunque ya se utilizaban para el riego, cuando se construyó la depuradora de las aguas residuales de la población hubo que realizar las obras necesarias para poder reutilizarlas.

Desde el principio estaba claro que había que actuar también en la reducción del consumo de agua a través de la técnica del riego localizado. Entre 1995 y 2005 en la práctica totalidad de la superficie agrícola se instala el riego localizado que permitía además el mezclado de las aguas para reducir la salinidad de las zonas más afectadas.

En general se instala un sistema de riego con cabezales situados en los embalses recién construidos para aprovechar mejor los distintos tipos de aguas disponibles (pozos salinizados, pozos de poco caudal con agua de calidad, aguas sobrantes de la fuente de Sant Josep y las aguas residuales depuradas de la localidad).

Las instalaciones se automatizaron permitiendo desde un ordenador central el control del riego de cada parcela individual, que se puede hacer por tiempo o por volumen.

La fertilización se realiza fundamentalmente con abonos líquidos, mediante depósitos instalados en los cabezales y con inyección automática del abono a la red de riego.

Desde principios de los años ochenta del siglo pasado los regantes trasvasaron agua de los excedentes de la fuente de Sant Josep en los meses invernales a la zona central del acuífero. También se estudió el movimiento del agua en el acuífero midiendo los niveles de salinidad en los pozos próximos al punto de infiltración. Esto demostró que la recarga del acuífero era viable y dependía de la cantidad de agua que se pudiera aportar.

Finalmente, a principios del siglo XXI, la entidad estatal ACUAMED aprobó el proyecto titulado “Regulación para recarga de los excedentes invernales del río Belcaire”. Dicho proyecto consiste en la construcción de un azud de derivación en el río Belcaire, un embalse de 2 hectómetros cúbicos de capacidad, y su conexión a dos perforaciones para infiltrar el agua en el acuífero de la Rambleta. Básicamente se recogerán las aguas excedentes de la fuente de Sant Josep después de las lluvias. En el año 2020 se ha terminado todo el proceso de las distintas fases de llenado y a partir de ahora se espera que pueda iniciar su funcionamiento, que dependerá de la pluviometría. La solución al problema viene del aporte de aguas externas de mejor calidad, como las del río Mijares, cuyas aguas se distribuyen en municipios colindantes a la Vall d´Uxó, con obras que se ha recogido en numerosa legislación en los últimos 40 años, que también estamos esperando a que se ejecuten.

A pesar de las subvenciones obtenidas, las elevadas inversiones realizadas en todos estos años han supuesto un coste muy elevado para la agricultura de esta población, mermada además por el impacto de la salinidad en la producción a lo largo de este tiempo. Todavía hay zonas con problemas de calidad en sus aguas. Todo ello ha tenido y sigue teniendo un gran impacto en la rentabilidad de la agricultura local.

Comunidad General de Regantes de Vall d’Uixó