Por un futuro del agua, demostremos que somos solidarios

José Antonio Andújar

Hoy celebramos el Día Mundial del Agua, ese preciado recurso que necesitamos los regantes para producir los alimentos que suministramos al mercado y que exportamos a Europa. Porque somos el invernadero de Europa, y lo queremos seguir siendo.

Por ello, en este día de celebración quiero llamar la atención sobre el ‘provincianismo insolidario’ que inunda este país y que impide que muchos ciudadanos tengan acceso a un bien público, que genera la naturaleza y que es suficientemente abundante para atender las necesidades de todos.

Estoy hablando del rechazo a la continuidad del trasvase Tajo Segura, y de la negativa a poner en práctica una política de comunicación de cuencas que permita solucionar el problema de escasez que padece la Comunidad Valenciana, ya que son el más claro ejemplo de dicho provincialismo insolidario.

Me refiero a algunas provincias y comunidades autónomas con escasa renta per cápita que hasta hace pocos años carecían de servicios adecuados y hoy disponen de magníficas instalaciones, así como de excelentes comunicaciones por carretera y ferrocarril, que han terminado con el aislamiento que padecieron en siglos pasados. Y dichas infraestructuras y servicios los pagaron en su mayor parte con sus impuestos los ciudadanos de otras zonas más desarrolladas, en lo que constituyó un claro ejercicio de solidaridad.

Pero algunas de esas regiones que crecieron y mejoraron su calidad de vida gracias al esfuerzo solidario de todos ahora niegan a regiones hermanas un recurso natural necesario, y llegan al extremo de preferir que se vierta al mar antes que destinarlo a atender necesidades en la España seca.

En mi opinión, ha llegado el momento de demostrar que realmente somos solidarios. Después de haber construido autopistas y ferrocarriles que permiten el tráfico de personas y mercancías, toca ahora completar las infraestructuras con conducciones que permitan llevar una pequeña parte de los excedentes de agua de la España húmeda a las sedientas provincias del sureste.

Por nuestra parte, los regantes, además de seguir contribuyendo con nuestros impuestos para que reviertan en todo el país, pagaremos además la amortización de tales conducciones y seguiremos, como lo hemos hecho siempre, creando riqueza para todos.

Desde la Federación de Comunidades de Regantes de la Comunidad Valenciana (Fecoreva), hemos trasladado nuestras reivindicaciones en defensa del regadío valenciano al Gobierno autonómico y al Gobierno de España. Y la primera de nuestras demandas es “agua de cantidad y de la calidad necesarias para cubrir el déficit hídrico de la Comunidad Valenciana, a través de las Autovías del Agua y la interconexión de cuencas”.

Pero en este día tan especial no podemos olvidar que todavía quedan muchas infraestructuras hídricas pendientes en nuestra Comunidad. Deficiencias que impiden que nuestros ríos estén más y mejor regulados, que el agua de riego llegue más lejos y que nuestros cultivos sean, en definitiva, más productivos.

Es el caso del trasvase Júcar-Vinalopó, aún sin finalizar, pero también de balsas pendientes de construir, reparaciones sin efectuar en distintos embalses y que limitan su capacidad, modernización de regadíos sin concluir, canalizaciones sin ejecutar… Y todo ello, en los distintos sistemas de explotación de la Comunidad Valenciana.

Es por ello que en este Día Mundial del Agua me gustaría apelar a la solidaridad hídrica entre regiones hermanas, porque no podemos vivir en un mundo cada vez más globalizado y, sin embargo, impedir dentro de un pequeño país con agua suficiente para todos que un poco del agua que sobra en algunos lugares llegue a quienes la necesitan.

Como también quisiera hacer un llamamiento a nuestros gobernantes para que centren el punto de mira en lo que de verdad importa y atiendan nuestras reivindicaciones para mantener vivo el regadío. Porque sin agua no hay vida, ni hay futuro.

 

JOSÉ ANTONIO ANDÚJAR ALONSO

PRESIDENTE DE LA FEDERACIÓN DE COMUNIDADES DE REGANTES DE LA COMUNIDAD VALENCIANA

(FECOREVA)