EL AVANCE DEL REGADÍO EN LA COMUNITAT VALENCIANA

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En los últimos 50 años, las comunidades de regantes de la Comunitat Valenciana han experimentado una modernización tecnológica sin precedentes, pasando de sistemas tradicionales de riego por gravedad a redes presurizadas con riego localizado, telecontrol y telemetría. La implantación de contadores inteligentes, estaciones meteorológicas, sondas de humedad y plataformas digitales de gestión ha permitido programar riegos con precisión, detectar fugas en tiempo real y ajustar el aporte de agua y fertilizantes a las necesidades exactas de cada cultivo. Esta digitalización ha mejorado notablemente la eficiencia hídrica y energética, reduciendo costes y pérdidas, y ha favorecido una gestión más sostenible y transparente de los recursos.

La escasez hídrica, la rápida aplicación de las nuevas tecnologías a los campos y las políticas de modernización han motivado esta evolución, siendo las comunidades de regantes el principal vector del cambio mediante la implantación de nuevos modelos eficientes con un enfoque claramente orientado a la sostenibilidad.

Comunitat de Regants de Vila-real.

Varios elementos han convergido para acelerar este proceso: episodios de sequía más frecuentes e intensos, la presión normativa sobre calidad de aguas y suelos (como las limitaciones sobre nitratos) y la mayor conciencia social y profesional sobre la necesidad de usar el agua de forma racional. A esto se ha unido la competitividad de los sectores hortofrutícolas valencianos, alicantinos y castellonenses, donde reducir costes y aumentar la productividad por metro cúbico de agua ha sido y es vital.

PRINCIPALES AVANCES TECNOLÓGICOS

Uno de los cambios más visibles ha sido la sustitución progresiva del riego por gravedad por instalaciones presurizadas y, sobre todo, riego localizado (goteo). El goteo reduce pérdidas por evaporación y percolación, permite dosificar con gran precisión y facilita la fertiirrigación. Muchas comunidades han acometido obras para renovar tuberías, instalar emisores por parcela y adaptar infraestructuras colectivas al nuevo régimen de presión.

Otra evolución ha sido la implantación de telemetría en balsas, compuertas y válvulas, permitiendo gestionar los turnos de riego de forma remota y en tiempo real. Los contadores inteligentes registran consumos por finca o usuario, lo que mejora la equidad en la distribución, detecta fugas y facilita la facturación y la gestión interna de la comunidad. Los sistemas de control permiten programar arranques, detener zonas por alarmas y optimizar el uso energético de bombeos.

Las estaciones meteorológicas locales, las sondas de humedad del suelo, los sensores de conductividad eléctrica y las cámaras multiespectrales también han empezado a integrarse en la toma de decisiones del riego. Combinados con modelos de balance hídrico y alertas climáticas, estos sensores permiten ajustar la cantidad y el momento del riego a las necesidades reales del cultivo, mejorando la eficiencia hídrica y reduciendo el estrés de las plantas.

Además, los portales y aplicaciones móviles para gestionar turnos, consultar consumos, recibir avisos y registrar actuaciones han mejorado y facilitado la administración de muchas comunidades. Estas plataformas integran datos de sensores, previsiones meteorológicas y consigna agronómica para proponer calendarios de riego y recomendaciones sobre dosis de agua y de fertilizantes.

En este sentido, el riego localizado ha facilitado la fertiirrigación con enorme precisión. Las entidades que han adoptado sistemas de inyección centralizados y protocolos de control analítico han reducido pérdidas por lavado de nutrientes y han mejorado la eficiencia de fertilizantes, además de cumplir la normativa sobre vertidos y nitratos.

Debido a la variabilidad hídrica, también se han impulsado iniciativas para reciclar aguas depuradas para riego, mecanismos de desalinización y la mejora en la gestión de embalses y concesiones con el objetivo de disminuir la dependencia exclusiva de aportes superficiales o subterráneos en años secos.

GRAN ESFUERZO DE LOS REGANTES

Toda esta modernización ha sido y es posible gracias a la combinación de inversión de los propios regantes y la colaboración de las diferentes administraciones públicas. El final del siglo XX y el principio del XXI está siendo una era de transformación tecnológica para las comunidades de regantes de la Comunidad Valenciana. La digitalización, el riego preciso y las mejores prácticas están optimizando la gestión del agua agrícola.

J.C.U. Vinalopó – l’Alacantí y CAMB.